Biblioteca Pública “La Lima”. Resiliencia y compromiso en las alturas
En lo más alto de una montaña, rodeada de paisajes impresionantes, se encuentra la pequeña comunidad de La Lima. En este remoto rincón, la vida transcurre en armonía con la naturaleza, pero también está marcada por los desafíos de la vida en las alturas.
Entre los habitantes, la biblioteca es considerada como un refugio para la comunidad, ha sido un faro de luz en medio de la oscuridad del aislamiento geográfico. Sin embargo, la escasez de recursos siempre ha sido un reto para su desarrollo y crecimiento.
La situación empeoró cuando el huracán Otis golpeó la región, dejando a la comunidad sin señal, sin luz e incluso sin acceso a comida y agua potable. Las personas tuvieron que recorrer largas distancias para obtener el vital líquido y los alimentos, lo que consumía gran parte de su tiempo y energía. De vez en cuando el ejército subía a dejarles despensas. Y también en algunas ocasiones los vendedores de garrafones de agua también subían, pero encarecían los precios.
Water Saves Lives siempre con el compromiso de brindar el acceso al agua potable en áreas remotas, decidió tomar medidas. Así que después de semanas de planificación y coordinación logística, gracias al apoyo de la Familia Pérez Feregrino, se pudo donar e instalar una planta potabilizadora de agua en la biblioteca.
La llegada del equipo potabilizador no sólo apoyó con el problema de la escasez de agua potable, sino que también trajo consigo un renovado sentido de pertenencia entre las y los habitantes de la comunidad. Sandy de la Cruz, habitante de la comunidad nos comenta que,
"Va a beneficiar a todo el pueblo, también está contemplada la comunidad vecina del “Papayito”, va a ser de gran ayuda, porque los garrafones de agua que nos vienen a vender los están dando muy caros, gracias a todos los que donaron".
En lo alto de la montaña, donde los desafíos pueden ser grandes pero las esperanzas son aún mayores, la comunidad de “La Lima” continúa su camino hacia un futuro más prometedor, alimentada por el apoyo mutuo.
Hoy en día, la biblioteca y el pueblo, son un recordatorio tangible del poder transformador de la solidaridad, gracias nuevamente a la Familia Pérez Feregrino, por hacer esto posible.