Centro Formativo de Economía Social y Solidaria. Desafíos y oportunidades
El Centro Formativo que visitamos en esta ocasión es un pilar muy importante en la comunidad, ya que funciona como una red de apoyo para los emprendedores y comerciantes de la zona, una red demasiado completa que trabaja siempre colaborativamente. Por ello, este recinto fue el elegido para donar una potabilizadora de agua.
Hay que decir, que hoy enfrentamos una realidad que nos obliga a mirar de frente los desafíos que hemos evitado por demasiado tiempo. La llegada de una potabilizadora a este centro no sólo es motivo de celebración, sino también una llamada de atención sobre las condiciones que hemos tolerado durante tanto tiempo.
Es cierto que la potabilizadora promete mejorar la calidad del agua que consumirá la comunidad, pero no podemos ignorar que su presencia subraya una situación preocupante: La falta de acceso a agua potable segura y confiable. Nos enfrentamos a un problema estructural más profundo que no puede ser resuelto únicamente con esta instalación.
Esta donación, aunque generosa, también pone de relieve las disparidades que existen, pues mientras algunos tienen acceso a recursos básicos como agua limpia, otros continúan luchando diariamente contra enfermedades evitables y condiciones de vida precarias. Esta realidad nos obliga a cuestionar por qué ha tomado tanto tiempo recibir esta ayuda y qué podemos hacer para abordar las raíces del problema. Al respecto la Directora del Centro, María de Lourdes Carachure nos comenta,
“La potabilizadora beneficiará a más de 1000 personas, ya que las personas de aquí carecen de recursos económicos para estar adquiriendo diariamente el agua embotellada”
Hoy agradecemos el apoyo brindado a Water Saves Lives para llegar a estas comunidades y poder hacer la instalación de este gran recurso, habrá que tener siempre presente que esto requiere mucho compromiso, recursos y una gestión eficaz que no dudamos la Directora del centro y la comunidad nos apoyen a sacar adelante.
Esta foto lo dice todo ¡Infinitas gracias a la Familia Castillo por hacer esto posible!