Delegación de El Pelillo. Nuevos horizontes y miradas al futuro
En el contexto de comunidades vulnerables, la lucha por el acceso a agua potable es una realidad que muchos enfrentan a diario. Para el pequeño pueblo de El Pelillo, situado en la región de Guerrero, la donación de una potabilizadora de agua representa un avance, pero además, el impacto real de esta donación es un tema que merece una evaluación objetiva.
Es importante reconocer que, aunque esta tecnología puede ofrecer resultados inmediatos, su implementación enfrenta una serie de retos prácticos y logísticos. Uno de los primeros desafíos es el de la infraestructura, pues la potabilizadora requiere una instalación adecuada para funcionar de manera eficiente. En el caso de El Pelillo, esto implicó la adaptación de instalaciones ya existentes, así como la capacitación de encargados locales para operar y mantener el equipo.
Además, la operación y el mantenimiento del equipo potabilizador exige un suministro continuo de agua. La cadena de suministro de agua en este tipo de áreas alejadas puede ser irregular, y asegurar la disponibilidad de esta a lo largo del tiempo, es un reto que se previó y que tratamos de enfrentar con tinacos para almacenar y abastecer a la población de manera constante.
Los beneficios son visibles, pues la calidad del agua mejora significativamente de manera inmediata al poner a funcionar la potabilizadora, reduciendo los riesgos para la salud. Las enfermedades relacionadas con el agua sucia apostamos a que disminuyan, las familias ya no necesitarán hacer largas caminatas para recolectar agua de fuentes inseguras.
Pero, el éxito de la potabilizadora también depende en gran medida del papel de la comunidad. La participación activa de los residentes en el mantenimiento y en la gestión adecuada del recurso es esencial para garantizar que el beneficio sea duradero. La educación y la sensibilización sobre la importancia de una correcta gestión del agua y el mantenimiento del equipo son cruciales. La Sra. Tania Ramírez habitante del pueblo nos dijo alegremente,
“Les damos gracias por habernos donado la purificadora de agua, ya que nosotros aquí en la comunidad sufrimos porque no tenemos agua, salimos a otros lados para traerla”
Todo este gran trabajo fue respaldado con el apoyo de la Familia Castillo y organizaciones
como la Universidad Campesina del Sur, Guerrero es
Primero, Banco de Alimentos de México,