Iglesia Cristiana Alcance Victoria Acapulco. Resiliencia y cuidado transformado vidas
Los desastres naturales pueden tener un impacto devastador en las comunidades, especialmente en aquellos lugares donde los servicios básicos son interrumpidos. Sin embargo, en medio del desastre, siempre hay personas que emergen dispuestas a marcar la diferencia y brindar ayuda a quienes más lo necesitan.
La iglesia Alcance Victoria se encuentra en una localidad muy cercana a las playas del centro de Acapulco, recientemente golpeadas por el potente huracán. Ante la falta de acceso a agua potable, debido a la ruptura de las tuberías y al colapso de las infraestructuras, esta comunidad cristiana apoyó con utilizar su recinto como un centro de distribución de agua potable.
Desde el primer momento los miembros de la iglesia se organizaron a través de redes de apoyo y donaciones, fue a través de esas redes que se logró instalar un equipo potabilizador en este recinto. Así que además de proporcionar agua potable a la comunidad, la iglesia también estableció un equipo de voluntarios que recolectaban y entregaban medicamentos a quienes más lo necesitaban. Misael Vinalay, director del recinto se mostró muy agradecido y nos regaló las siguientes palabras.
"Queremos decirles que aunque fuimos afectados en Acapulco, esta donación que se está haciendo para que podamos tomar agua, va a ser de bendición para toda la comunidad, queremos darles muchas gracias por ese gran apoyo que están demostrando”.
La historia de esta iglesia que apoya con agua potable y medicamentos a la comunidad después del huracán, es un testimonio inspirador de cómo las personas pueden trabajar juntas para superar los desafíos más difíciles. Su fé y el apoyo que se les brindó, les impulsó a convertirse en agentes de cambio y a proporcionar alivio tangible a los damnificados.
En momentos de catástrofes como la sucedida, es crucial resaltar el acompañamiento de organizaciones como Alumbra Innovations Foundation, ya que a través de sus donaciones nos demuestran su empatía y nos recuerdan que incluso en medio de las situaciones más difíciles, la ayuda no conoce límites ni barreras religiosas.