Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria. Venciendo adversidades desde las alturas

En el pasado, la iglesia cumplía principalmente un papel religioso, pero después del huracán, su misión se expandió para incluir la ayuda humanitaria. Un equipo de voluntarias y voluntarios conformado por miembros de la comunidad, se organizó para brindar asistencia a aquellos que habían perdido sus hogares, cosechas y medios de subsistencia.

La parroquia se transformó en un centro de distribución de alimentos, agua y suministros básicos. Las y los voluntarios, muchos de los cuales también se vieron afectados por la tormenta, establecieron un sistema para recibir y distribuir las donaciones que llegaban. Mireya Benitez comisaria del pueblo de Ocotillo nos hace saber que,

"Gracias a esta donación, muchas familias van a tener el beneficio de contar con agua purificada en sus casas"

La iglesia ha demostrado que es mucho más que un lugar de culto religioso. En tiempos de crisis, se ha transformado en un lugar de refugio y ayuda para la comunidad. Su labor incansable en la distribución de suministros básicos, la provisión de refugio y la atención a los más vulnerables ha sido fundamental para la recuperación de esta localidad después del huracán. En su compromiso por ayudar a los demás, la parroquia ha demostrado el inmenso poder y la importancia de la solidaridad y la unión comunitaria en momentos de adversidad.

Agradecemos al Instituto Patria por hacer posible esta donación, la confianza que depositaron en Water Saves Lives para llegar a quién más lo necesita, nos inspira a seguir superando expectativas.